lunes, 17 de agosto de 2009

PREPARANDOSEN PARA SER PADRES


La decisión de tener un hijo puede pasar por varios factores que son importantes a la hora de planificar un embarazo.


Saber cuál es el momento de mayor fertilidad, buena salud de la madre, dejar ciertos hábitos y tener una dieta balanceada ayudarán en esta etapa.


Que tu salud esté en las mejores condiciones antes de quedar embarazada, significará un buen comienzo en la vida de tu futuro bebé. Realízate un examen físico completo, de tres meses a un año antes de planificar la concepción. Esto ayudará a tu ginecólogo a preparar el mejor momento para comenzar una planificación familiar.


Además, sabrás si estás físicamente lista para ser madre. Para ayudarte a tomar la decisión, te preparamos esta lista de preguntas que puede hacerte el doctor:


Tiempo: Tenemos suficiente tiempo para compartir con nuestra familia (hijos).Gastos: Un bebé demandará recursos extras.


Relaciones: La relación con su pareja cambiará al igual que con su entorno. Deberán estar preparados para compartir.


Cigarro y alcohol: Estos productos están prohibidos durante el embarazo.


Drogas y fármacos: Debe consultar con su doctor si es que esta tomando algún medicamento o droga.


Dieta y ejercicios: Se debe consumir menos grasas, seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicios regularmente.


Peligros ambientales: El lugar de trabajo tiene que ser bien ventilado, ojala sin contaminación de ningún tipo.


Enfermedades: Hacerse un chequeo médico antes de concebir para descartar cualquier enfermedad peligrosa.


Ácido fólico: Consumir ácido fólico, todos los días (400 mg), tres meses antes de concebir.

jueves, 23 de julio de 2009

LOS NIÑOS, NIÑOS SON


"Camilo siéntate. No pongas los pies en la silla. Si sigues corriendo nos vamos. Ya te dije que te sentaras, Dios mío, Camilo, eres insoportable".
Parece que la madre de Camilo no soporta que él sea niño. Su condición natural es jugar, saltar, sentarse en el piso, arrastrar los carros entre los muebles. Pero los adultos, en el afán cuadriculado de que todo esté bajo su control, no permiten que los niños realicen estas actividades inherentes a su condición de crecimiento y desarrollo. El juego es un método para aprender, para conocer el mundo y relacionarse con los demás; así que exigirle a un niño a través de los regaños y hasta los insultos diciéndole que es insoportable, lo coarta.
A veces como adultos quisiéramos sentarnos en el piso cuando estamos cansados, pero qué dirán. Quisiéramos recoger un dulce delicioso que se nos cayó al piso, soplarlo y comérnoslo, pero si nos ven, qué vergüenza. Los niños aún no tienen esos sentimientos y cuentan con la libertad e incluso, el derecho para hacerlo, pero ahí estamos los adultos para decirles que no se hace, que no se puede, que nos vamos si siguen así.
Más que cambiar a los chicos, es la actitud de los adultos la que debe transformarse y no sugiero por supuesto, que el niño se pare de cabeza, rompa todo, sea inoportuno y necio, porque pasamos al límite del pequeño que no recibe un rechazo, que no es capaz de enfrentar una frustración porque sus padres todo se lo dieron y todo lo permitieron.
La clave, y quizás lo más difícil de la crianza es saber en dónde están los límites y poder establecerlos, porque la línea es delgada entre los aspectos convenientes para los niños y los que no lo son. La invitación es a relajarnos un poco más. A tolerar y permitir que el niño disfrute de los espacios, los ambientes y los objetos que los rodean. Claro, sin ser permisivos.PD: casi no vuelvo. Varias semanas sin escribir, porque ABC demanda cada vez más tiempo. Espero que sigan pegados al blog. Un abrazo.

Por: Edna Julia hernandez
Redactora de la revista Crianza y Salud

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL PAPEL DE LA ABUELA EN LA CRIANZA DE SUS NIETOS


Si ellas son las encargadas de cuidar a los niños, no deben sobrecargarse de labores, pues los padres también tienen ciertas responsabilidades que no pueden delegar.
“Las abuelas no tienen nada más que hacer que estar aquí. Son mayores, no pueden jugar muy fuerte, ni correr.
Es suficiente con que manejen al supermercado. Usualmente son gordas, pero no demasiado, pues pueden amarrar los zapatos de los niños. Todos deberían tratar de tener una abuela, especialmente si no tienen televisión, porque ellas son las únicas que parecen tener tiempo para los niños”. Esa es la percepción de una pequeña de 9 años sobre lo que es una abuela, que fue publicada por la revista Pediatrics en 1995.
Casi 15 años después, el panorama no es mejor. La ausencia de los padres, especialmente por las largas jornadas laborales, ha hecho que muchos niños le digan mamá a su abuela.

Cuando se excedenEs ventajoso que ellas sean las cuidadoras, pues es alguien de confianza, y hay que decirlo, no los maltratan.
Sin embargo, deben establecerse límites. El siquiatra infantil Christian Muñoz Farías asegura que “por la experiencia y la autoridad se sienten con la potestad de participar en la crianza de los nietos”.

Aconseja el especialista que el hijo o la hija, según sea el caso, hable con la mamá y, diplomáticamente, le pida acoger las normas establecidas por la pareja para la crianza. Es ideal que siempre este papel lo ejerza el hijo y no la nuera o el yerno.

Es también aconsejable que los padres pasen tiempo con sus hijos, para no delegar demasiadas funciones y decisiones en ella. Una manera de lograrlo es estar pendiente a lo largo del día. Es clave llamarlos varias veces desde la oficina y compartir tiempo a la llegada a casa.

Otro consejo para los padres es ser considerados con la abuela. El especialista español Antonio Guijarro, quien escribió el libro Síndrome de la abuela esclava, asegura que a estas mujeres se les recargan tantas obligaciones, impropias para su edad, que terminan fatigadas y enfermas, con problemas físicos como mareos, decaimiento, dificultad para respirar, cansancio o caídas frecuentes, entre otros.
No sobrecargue a las abuelas

Aunque su ayuda es fundamental, también debe tenérseles consideración, pues ya no está en sus manos el papel de la crianza. Las abuelas no deben tomar grandes decisiones, ni encargarse de aspectos de la crianza que les corresponde a los padres.

Es posible que la abuela no se queje y cuide de los nietos con diligencia, pero aparecerán manifestaciones físicas y emocionales que reflejen su cansancio. Es difícil diagnosticarlo, precisamente porque ellas quieren participar de las actividades con sus nietos.
La mejoría se ve inmediatamente se le libera a ella de estas circunstancias, se busca un equilibrio entre las responsabilidades y sus capacidades.
TOMADO DE: EL ABC DEL BEBE

domingo, 19 de julio de 2009

EL PADRE JUEGA UN PAPEL FUNDAMENTAL A LA HORA DE ESTIMULAR AL BEBE




El primer año de vida del niño es muy importante para su desarrollo sicológico, físico, emocional y neurológico.

De hecho, el primer factor que garantiza la estimulación adecuada es el afecto de los padres, pues así le transmiten paz, tranquilidad y seguridad.

“En los tres primeros meses, el contacto físico, el masaje, la voz de los padres, la temperatura de la leche materna y la succión son estímulos suficientes para el sensible sistema nervioso del recién nacido”, dice la sicóloga clínica María Carolina Sánchez.

Según la experta, el padre juega un papel fundamental en esta etapa: si masajea a su bebé, le da calor y le expresa dulces palabras con una voz gruesa, el niño aprende que el placer sensorial no va ligado solo a la leche materna.
El hombre puede cantarle, mecerlo, bañarlo, jugarle y acariciarlo. De igual forma, tener contacto piel a piel. Así, su hijo descubre que la figura masculina también transmite amor y sensibilidad.

Entre los 3 y los 6 meses “cobran importancia objetos sencillos que el pequeño pueda agarrar, presionar, llevar a la boca, seguir con su mirada y sobre los cuales pueda rolar”, indica la terapeuta ocupacional Carolina López. ¿Qué puede hacer el padre? Jugarle con móviles, cargarlo de frente para que observe el mundo a su alrededor, leerle cuentos, arrullarlo y colocarlo sobre pelotas inflables, entre otras actividades.

Entre los 6 y los 9 meses el bebé empieza a reconocerse a sí mismo como un sujeto diferente de los demás y comienza la ansiedad de separación. Según la sicóloga María Carolina Sánchez, es vital que el padre acompañe a su hijo cuando la mamá no esté. “Así, no solo le brinda protección sino que reafirma el afecto y le hace entender que el estar ausente no significa que el vínculo deje de existir”, comenta.
TOMADO DE: EL ABC DEL BEBE

EL ABANDONO EMOCIONAL Y FISICO DE LOS PADRES TIENE GRAVES REPERCUSIONES EN LOS NIÑOS


Los pequeños que no tienen la figura paternal son más inseguros y pueden sufren de ansiedad.
Las madres solteras están en la red social de internet Facebook*. Es un grupo creado en “reconocimiento a la labor de quienes muchas veces son padre y madre”, dice en su página.
Son apenas 8 miembros de esta organización virtual de colombianas que quiere compartir experiencias en las que, incluso, se propone crear un club de fines de semana para compartir el tiempo libre: “Mis amigas casadas se la pasan con sus parejas y las solteras, de rumba. En este club podríamos compartir con nuestros niños y ellos tendrían la oportunidad de conocer a otros que, al igual que ellos, no viven con sus papás”, opina ‘Angélika’, una miembro.

De acuerdo con el siquiatra infantil Christian Muñoz Farías, los niños que crecen sin la figura del padre, generalmente son inseguros, tienen pobre autoestima y dificultades en los procesos de socialización. Contrario a los niños que tienen cerca a sus padres, porque presentan índices menores de ansiedad y mayor confianza en sí mismos.

Frecuentemente, ante la ausencia del hombre, expertos como María Carolina Sánchez, sicóloga especialista en primera infancia, aconsejan a las madres procurarles la presencia cercana de un hombre como el tío, el abuelo o alguien que les brinde las herramientas para su construcción como individuo.

Papá es un príncipe de cuento “Cuando son muy pequeños y el bebé se queda con el papá, se favorece el desarrollo de su pensamiento y comienza a entender que es un ser divisible de su madre”, dice la sicóloga.
“En los cuentos, los príncipes son la representación del padre y esa figura existe para balancear las emociones entre mujeres y hombres”, agrega María Carolina Sánchez.

De acuerdo con María Elena López, sicóloga de familia, la figura paterna es esencial, pues es el referente de autoridad y de identidad sexual. “Cada figura (femenina y masculina, materna y paterna) aporta a la construcción de la identidad, a dar las pautas de crianza necesarias y darle modelos de relación con el mundo”, señala.
Lo ideal es que exista la pareja funcional; pero si no hay empatía, más vale un divorcio y un padre presente en medio de su ausencia, que peleas en casa.

Por Edna Juliana Rojas H.
Redactora de ABC del bebé